Introducción
Una pregunta que no tiene una sola respuesta
Una pregunta que no tiene una sola respuesta. Se juega por distintas razones como, por ejemplo, conseguir dinero, estar con la cuadrilla, olvidarse de los problemas, por la dificultad de controlar los impulsos… Sobre las motivaciones sabemos que los/as adolescentes con problemas de juego, en general, suman más que los que no han desarrollado ningún problema con los juegos de azar y las apuestas deportivas.
En concreto, las motivaciones para jugar definen la vulnerabilidad de los/as adolescentes para desarrollar el Trastorno de Juego de Azar. Si bien puede llegar a ser perjudicial para cualquier persona jugar con juegos de azar y apuestas deportivas por su capacidad adictiva, los/as menores son especialmente vulnerables por el hecho de serlo, además de por su diseño e impacto. Se encuentran en una etapa vital que dificulta resistirse y sobreponerse a este fenómeno por diversos motivos que enseguida veremos; pero también es un buen momento para prevenir ¡y por eso estamos aquí!
A simple vista parece que el perfil de usuario de los juegos de azar y las apuestas deportivas es el de un chico joven. Lo describe David Martínez Oró en su libro titulado “Ludomorfina” (2020). El autor refiere que normalmente es un chico joven que simpatiza con algún equipo de fútbol. Así, las apuestas deportivas se convierten en el tipo de juego de azar preferido. Jugar le aporta emociones agradables que abstraen la rutina. Vinculado con el equipo de fútbol, ocupa su tiempo libre leyendo prensa, consultando programas, canales informativos especializados, etc. Y, se relaciona con amigos/as, conocidos, familiares, etc. conversando y llevando a cabo actividades que tengan que ver con dicho equipo.
La realidad que describe Martínez, sólo es una cara de la moneda. Como ya hemos introducido, hasta ahora no ha sido posible saber mucho sobre las chicas –adultas y adolescentes- que juegan. Si tenemos en cuenta que estos juegos, históricamente, se han considerado una forma masculina de entretenimiento (que representa la desigualdad entre ambos). Sumado a que las chicas no juegan de forma visible, y que no llegan a tratamiento. El resultado es, que los datos de referencia para saber ¿por y para qué se juega en la adolescencia a juegos de azar y las apuestas deportivas? No corresponden a toda la realidad. Ahora, gracias a la perspectiva de género que posibilita conocer la realidad de ambos, obtendremos respuestas que además contemplan cómo el género influye en el comportamiento de jugar en la adolescencia.
¿Por qué no llegan a tratamiento? Las mujeres suelen encontrarse con diferentes barreras para acceder a diferencia de los hombres. Se encuentran con barreras sociales, al ser estigmatizadas por ser mujeres y desarrollar una adicción. Emocionales, por desarrollar sentimientos incapacitantes de culpa, vergüenza, etc. Ausencia de apoyo y red social para el tratamiento, a diferencia de los chicos que son normalmente acompañados por mujeres. Aun con todo, esta es una realidad que los/as profesionales alertan, a pesar de no contar con tantos recursos, o ser (tan) representadas en las investigaciones científicas realizadas en relación con los juegos de azar en la adolescencia.
Por eso, simplemente, ponemos en relieve que las adolescentes también juegan. ¿Chicas y chicos comparten motivaciones? Lo que sí sabemos es que el género influye, tanto para elegir empleo, como en materia de adicciones. Ya existe evidencia científica sobre esto en las que conllevan sustancia, y las expertas en esta materia interpretan que todo hace indicar que podría ocurrir algo parecido en los juegos de azar y las apuestas deportivas.
¡Veamos cada una de las posibles motivaciones para jugar a juegos de azar y apuestas deportivas en la adolescencia!
9 posibles motivaciones para jugar a juegos de azar y apuestas deportivas en la adolescencia
1. La adolescencia como etapa vital
Los/as adolescentes llegan a esta etapa después de la infancia. Jugar de forma lúdica en la niñez es una piedra angular, y lo más probable es que hayan desarrollado sobre ello un agradable recuerdo. Los juegos permiten aprender las formas, los colores, a relacionarse, la solidaridad, etc. Así que, el cerebro ha registrado jugar como un comportamiento positivo y placentero.
Ahora nos encontramos en la adolescencia, una etapa en la que también se juega, pero dejando atrás “juegos de niños/as” y ocupando un lugar mayor otros juegos, como los juegos de azar y las apuestas deportivas.
La palabra adolescencia es de origen es latín y viene a significar adolecer que en castellano tiene distintas definiciones, pero nos quedamos con la de maduración (tanto emocional como biológica y cerebral). La adolescencia puede llegar a convertirse en una etapa estresante para los/as menores, el estrés se dispara ante los cambios que se producen: en las relaciones, corporalmente, en la identidad, en la identidad sexual, vocacional, etcétera.
Además, una de las inquietudes a destacar de los/as menores durante la adolescencia es descubrir quiénes son en ese impulso hacia la madurez. Lo hacen viviendo nuevas experiencias, el despertar de nuevos gustos, definiendo de su ideología política y social, etcétera. Algunos/as, construyen su identidad por “ensayo y error”, y no significa que sea definitivo. Esto cobra especial importancia porque “el ensayo” predispone a algunos/as adolescentes a subestimar ciertos riesgos y jugar con los juegos de azar. Pueden sentirse atraídos/as por la emoción o presionados/as por un grupo, y un largo etcétera.
2. Sistema de valores actual
Es probable, que muchas personas y en concreto los/as jóvenes valoren positivamente alcanzar un alto estatus social, ¿cómo? Mediante la posesión de dinero, incluso se ha convertido en una aspiración para muchas personas. De hecho, los/as adultos suelen mantener constantemente conversaciones sobre el dinero que les gustaría tener para… O, juegan a la primitiva semanalmente imaginando cómo gastar el premio…
Actualmente, el materialismo, se transmite como un valor que representa a muchos/as celebrities, cantantes, deportistas de élite, influencers… cuya imagen es un referente para muchos/as menores. Tanto es así, que muchas personas comparten la idea de que, para triunfar, además de tener dinero, es necesario competir por él, supuestamente, permite proyectar una identidad e imagen positiva, así como una posición social distinta susceptible de convertirse en un estilo de vida. No hay nada más que indagar en Instagram para comprobarlo. Así que, bajo estas influencias algunas personas tratan de conseguir dinero y no tiene nada que ver con el necesario para poder garantizar la seguridad y el bienestar. Y es que, con el bagaje económico las personas pueden responder a las necesidades sociales generadas, accediendo a moda, cultura, lugares, experiencias… que sin él no podrían experimentar.
Por todo ello, para cualquier persona y en especial para los/as adolescentes el dinero es atrayente. De ello se jactan las operadoras de juegos de azar tal y como se puede ver en algunos spots comerciales, y probablemente la mayoría de las personas juegan inicialmente atraídos por esta moneda de cambio.
Así que, para qué juegan los/as adolescente visto desde esta perspectiva puede llegar a tener sentido que se sientan cautivados por las apuestas para solucionar ciertos problemas económicos. Siendo que, además, actualmente no existe gran seguridad económica ante el futuro: garantizar un trabajo, independencia, etc. Lo cual les convierte de nuevo, en más vulnerables.
3. Porque es normal
Jugar a juegos de azar que conllevan apuestas es una práctica de ocio extendida entre adultos/as. Jugar se ha normalizado en el entorno de los/as adolescentes y menores. Tanto en la familia como en la cuadrilla: la lotería de los sábados, la de Navidad, y la partida de mus de los domingos, el euromillón semanal, la apuesta al clásico o el euro que sobra del bote en las tragaperras, etc. Digamos que… “un clásico”.
Por un lado, la normalización de estos juegos como una propuesta de ocio por parte de las operadoras de juego alarma especialmente a los/as profesionales del sector al promover una imagen positiva de éstos entre los/as menores. De hecho, así lo promocionan las operadoras de juego.
En este caso, se da a entender que apostar a juegos de azar, además de ser algo imprescindible, es la única opción apreciada y valorada socialmente para ocupar el tiempo libre.
Por otro lado, decir que la familia es un modelo de aprendizaje y los/as adolescentes reproducen lo que hacen sus referentes cuando están fuera de casa, nos imitan. Algunos/as adultos/as juegan y otros suelen tener conversaciones constantes sobre el juego “si me tocase…”. Incluso las investigaciones confirman que muchos/as de los/as adolescentes que juegan problemáticamente o en riesgo de desarrollar un problema con este tipo de juegos tienen cerca, o han tenido, familiares con problemas relacionados con el Trastorno de Juego de Azar.
Además, parece que parte de la población joven considera “normal” jugar de una forma que en realidad es problemática, o que por lo menos, “apunta maneras”. En conclusión, no podemos olvidar quenormalizar jugar a juegos de azar y apuestas deportivas es una motivación en sí misma “todos/as lo hacen”. Y un indicador para desarrollar problemas relacionados con estos juegos.
4. Motivaciones sociales
Hasta ahora conocían el mundo a través de los ojos de su familia pero en la adolescencia quieren descubrir qué hay más allá de su núcleo, buscan una mayor independencia y nuevas sensaciones, etc. Necesitan experimentar cosas distintas a las de la infancia y en sí mismo no es negativo: ir conciertos, el voluntariado, probar nuevos deportes, la pintura, el baile… Puede ser positivo y despertar gustos saludables o que pongan en juego y en riesgo su salud física y psicológica con el consumo de alcohol, tabaco, jugando a juegos de azar y apuestas deportivas.
En el paso de la niñez a la adolescencia jugar con los juegos de azar es, también, una manera de decir que pueden ser más independientes y separarse de la familia, de sus referentes. Así como una forma de parecer más adulto/a, y que lo consideren como tal. Es por eso, que jugar a este tipo de juegos puede estar motivado por lo que se interpreta como una autoafirmación para expresar que pueden valerse por sí mismos/as. Es una forma de distanciarse, y lo dicen rebelándose ante los límites establecidos en los hogares como, por ejemplo, no jugar a este tipo de juegos.
¡Hola cuadrilla! Para los/as adolescentes si hay algo vital -de vida o muerte- es el grupo de amigos/as. “No pueden vivir sin ellos/as”. De hecho, está demostrado que se sienten menos estresados compartiendo emociones, opiniones, etc. con sus iguales. Se sienten comprendidos y “bajan las defensas”. No es lo mismo que sean sus padres quienes señalen un comportamiento, que un/a amigo/a de confianza.
En ocasiones, la impresión que tengan sus amistades es más importantes que la de su familia, a la que por cierto dejan durante un tiempo en stand by ·// estado de un elemento que se encuentra conectado, pero en reposo y a la espera //·. Se separan de la familia y se acercan a los/as amigos, un proceso necesario para todas las personas para madurar.
Concretamente, para las chicos adolescentes es una de las motivaciones más frecuentes para a jugar a juegos de azar y apuestas deportivas durante de la adolescencia:
- Jugar para sentir el reconocimiento de su grupo. Un comportamiento condicionado por ser chico. Los adolescentes perciben, subjetivamente, que es necesario cumplir con el canon de “masculinidad”, relacionado con actitudes de competitividad y liderazgo. Pero la realidad es que no es necesario cumplir ese rol para ser valorado por ninguna persona. Parece que jugar a este tipo de juegos une a los adolescentes, entre iguales. Llegan a interpretar que pierden poder si no lo hacen, “deben de cumplir”. A algunos chicos adolescentes les supone tal esfuerzo el tener que ser valorados por “cosas de chicos” que llega a ser perjudicial. Así es cómo pueden desarrollar conductas de riesgo, y exponerse a este tipo de juegos.
Por todo ello nos planteamos, ¿la masculinidad tradicional les puede llegar a vulnerar? Es cierto que la competitividad para todas las personas tiene una base biológica, y concretamente los adolescentes están en plena revolución de la testosterona, pero esto no determina su comportamiento.
Además, este tipo de juegos permite socializar entendido tanto por ser una actividad que se comparte en cuadrilla, como para integrarse en una. La elección de este tipo de juegos para socializar no es casual, tiene que ver con que “son juegos de hombres”. Para los menores jugar al póker, apostar, la ruleta, etc., es una propuesta de diversión, supuestamente, propia de su rol y “jerarquía masculina”. De hecho, no hay más que echar un vistazo a la historia de estos juegos o a la publicidad; ¿quiénes son los protagonistas?
- Algunas adolescentes juegan presionadas porque en su grupo todos/as lo hacen, ¿por qué?
Existe un concepto, espejismo de la igualdad (acuñado por Amelia Varcárcel) que podría explicarlo: existe la idea popular de que la igualdad es real entre los chicos y las chicas porque tenemos los mismos derechos. En este caso, poder jugar a este tipo de juegos, sin embargo, la experta se pregunta: ¿las adolescentes consumen para equipararse a los chicos? Sí. La realidad es que no lo hacen motivadas genuinamente ·//manteniendo la autenticidad de las características propias//·.
En otras adicciones (que conllevan sustancias) se han estudiado las causas del consumo en las chicas adolescentes y descubren que buscan acceder al estatus que por ser mujeres no podrían obtener en su grupo, de igual a igual, si no fuera porque consumen. ¿Podría ocurrir lo mismo con los juegos de azar y las apuestas deportivas?
5. Para afrontar las emociones
La imagen social de un/a adolescente es generalmente la de una persona joven en una fase transitoria que no determina su forma de ser, sino al contrario, que permite transformaciones y está en pleno cambio, un periodo intenso. La adolescencia, suele entenderse como una parte clave en el proceso de aprendizaje hacia la madurez emocional.
Estudios en psicología demuestran que es habitual que tanto los chicos como las chicas adolescentes utilizan los juegos de azar para lo que se conoce coloquialmente, como vía de escape. Asimismo, existen datos como para ratificar que esta motivación es más frecuente entre las adolescentes.
Parece que las chicas utilizan los juegos de azar y las apuestas deportivas como una manera de gestionar las emociones, es decir, como una herramienta para hacer frente al malestar. Es conveniente decir que los chicos mayores de edad afectados por el Trastorno de Juego de Azar conforme se desarrolla la dependencia, comparten esta motivación con las adolescentes que además favorece que se mantenga el juego.
En el caso de los adolescentes, usan este tipo de juegos para “cambiar el chip”, para olvidarse de ciertas preocupaciones. Logran distraerse, evadirse e incluso cambiar las emociones negativas en cuestión de segundos con una jugada o apuesta.
Y pensaremos… “malestar emocional, preocupaciones… ¿no es común en adolescentes chicos y chicas?” ¡Cierto! Pero según los datos que aporta la experta mencionada, las preocupaciones que se suman para iniciarse en adicciones que conllevan sustancia, lo que a las chicas les provoca malestar emocional es estar preocupadas por las relaciones familiares, de pareja, amistad, etc. Sinónimo de cuidado: un rol arcaicamente asociado a éstas, preservar las relaciones y la carga de cualquier cuidado. Mientras que las de los chicos adolescentes tienden a ser, por ejemplo, estar agobiado con los exámenes ¡cómo debe de ser! Preocupaciones sin más cargas que lo que suponen las responsabilidades acordes a su edad.
Es ahí donde están las diferencias entre los y las adolescentes en las motivaciones. De hecho, existe suficiente evidencia sobre las motivaciones de las mujeres adultas que han desarrollado problemas relacionados con los juegos de azar y las apuestas deportivas. Encontramos que han utilizado los juegos de azar para lidiar con cuadros depresivos previos al juego, normalmente propiciados por la falta de una red de apoyo para el cuidado de hijos/as, mayores, la carga mental, problemas económicos, agresiones, violencia machista en el seno familiar, abusos, etc. Problemas que tienen, por ser chicas.
6. Para superar la frustración y el aburrimiento
No es sólo una cuestión de cómo funciona el cerebro, también tiene que ver con cuestiones psicológicas ¿cómo son capaces los/as menores de soportar el aburrimiento?
“¡Me aburro! ¡Me aburro!”. Dos palabras que conjugadas por los y las adolescentes alarman a algunos/as adultos/as. Disfrutar del aburrimiento es un aprendizaje que viene de atrás. No es que esté precisamente de moda, pero tampoco suelen tener tiempo real para aburrirse en esta sociedad en la que hay que hacer muchas cosas y además, deprisa. Sin embargo, aburrirse es muy saludable. Sabemos que la estimulación y saturación del entorno y la necesidad cada vez mayor de actividades, no dejan paso al aburrimiento. Lo cual se ha convertido en una motivación más para jugar juegos de azar y apuestas deportivas. Es bastante común que muchos/as adolescentes no toleren aburrirse, y se sientan frustrados por ello. “Me aburro, ¿qué puedo hacer? Venga, una partida”.
Aburrirse es para los/as adolescentes – y no tan adolescentes – como un alérgeno, generalmente no lo viven como una actividad beneficiosa. En cambio, aburrirse es una de las vías de escape más importantes, porque permite a cualquier persona, y sobre todo a los/as adolescentes reflexionar, desconectar, ser creativos/as, etcétera. Por eso es necesario cuidar este espacio en familia, para que durante esos tiempos no recurran a la comida, el consumo de alcohol, videojuegos, apuestas, etc.
7. Explicado por factores neuropsicológicos
Algunas de las respuestas las encontramos en las bases biológicas de la conducta. Es decir, en el cerebro. También es posible explicar la “la atracción” que sienten algunos/as adolescentes por este tipo de juegos mediante factores neuropsicológicos.
1. En primer lugar, es necesario hablar sobre el sistema de recompensa. En neuropsicología se llama así al circuito que se activa en el cerebro cuando un comportamiento provoca placer (bienestar, gusto, diversión, alegría, etc. podemos llamarlo de muchas formas, pero en definitiva, cuando se producen emociones positivas).
Este circuito se activa al jugar a juegos de azar y apuestas deportivas, aparece la famosa dopamina (la neurohormona de la felicidad) y su función es decirle a nuestro cerebro:
- “¡Qué placentero, qué sensación de bienestar!” – Que conduce a los/as menores a pensar que jugar es positivo, se refuerza.
- “¡Otra partida, otra partida!” – Que provoca las ganas de volver a jugar.
Así es cómo jugar de forma social, entre otros factores, puede llegar a convertirse en una compulsión·//impulso intenso de hacer una cosa//·, en definitiva, en una adicción.
El bienestar se puede producir por diversos motivos, en cualquier caso, sea cual sea la recompensa, al cerebro llega el mensaje “activar sistema, proliferar dopamina”.
Pongamos algunos ejemplos:
- Acertar el resultado de un partido
- Ganar dinero
- Agradar a personas
- No sentirse solo/a
- La incertidumbre y emoción de apostar
- Reconocimiento por parte del grupo
Para acabar, quizá sea más sencillo ver cómo funciona el sistema de recompensa a través de un ejemplo sencillo: ¿quién ha probado el chocolate una tarde de angustia y no ha repetido? Quien no lo haya hecho, ¡debe de ser la excepción que confirma la regla!, pero ya lo dice el dicho… “¿a quién no le alegra un dulce?”. Si sustituimos el chocolate por el comportamiento de jugar a juegos de azar, podría ocurrir algo así como… “si desaparecen los sentimientos de soledad cuando paso la tarde en la ruleta, es probable que vuelva a apostar”. Quizá parezca menos probable, pero es un comportamiento que igualmente responde al aburrimiento, la soledad, etc. Así es cómo se repite tanto el comportamiento de comer chocolate como de ir al salón de juegos. También puede pasar con otros comportamientos como comprar, hacer deporte, el sexo, comer o consumir drogas. Pero éstos son otros temas.
2. En segundo lugar, es necesario recordar que durante la adolescencia, biológicamente hablando, todavía están en proceso de maduración, es decir, el desarrollo del cerebro finaliza en torno a los 21 años (o incluso más adelante) tanto para chicas como para chicos. La vox populi ·//la voz del pueblo//· dice que las chicas maduran antes frente a los chicos, sin embargo, es subjetivo. Lo que ocurre es que a ellas se las hace madurar antes (véase en las responsabilidades del hogar, o en la sexualidad), pero este también sería otro tema.
¿Y qué significa estar en proceso de maduración cerebral? Principalmente, (valga la redundancia) que aún son inmaduros/as. Esta cuestión tiene que ver con una alta excitación cerebral que también regula los impulsos, por eso reaccionan más rápido (¡Tranquilos/as, es una etapa que acabará en algún momento!). Hasta este momento, las hormonas están trabajando a pleno rendimiento (¡seguro que algo habréis notado a vuestros/as hijos/as!), pero también tiene partes positivas. Este totum revolutum explica lo rápido que pueden aprender (¡absorben conocimientos!), su gusto por el riesgo, y la vitalidad que a muchos los caracteriza (fisiológicamente hablando, desarrollan la necesidad de sentir movimientos que les de placer) y que por ejemplo algunos/as canalizan bailando y otros jugando a juegos de azar.
Ahora, veamos la impulsividad y el gusto por el riesgo por partes. La impulsividad juega un papel fundamental en el Trastorno de Juego de Azar. Tanto es así, que hasta el año 2013 el manual de diagnóstico para profesionales (DSM) lo consideraba como un Trastorno del Control de los Impulsos, no como una adicción. La impulsividad convierte a los/as adolescentes más vulnerables frente a las adicciones, y en concreto frente a este tipo de juegos. Un impulso es una forma de reaccionar rápida, sin valorar que jugar puede llegar a ser perjudicial, ni las consecuencias que a medio-largo plazo suponen. He aquí a la respuesta de por qué se ven invencibles. Esto no significa que no hayan desarrollado el juicio (aunque es necesario decir está en proceso) o la lógica; está demostrado que los/as adolescentes en presencia de su familia son capaces de razonar sobre los beneficios y los riesgos que conllevan ciertos comportamientos como podría ser jugar a los juegos que nos ocupan. ¡A dialogar!
El riesgo por su parte, es una motivación potente que se explica desde la neuropsicología porque traduce el poder de atracción de las recompensas que tienen los juegos de azar y las apuestas deportivas para los/as adolescentes. Jugar a este tipo de juegos genera incertidumbre –“¿qué premio podría tocarme?”-. Las recompensas –parece- que son alcanzables y a algunos/as menores lleva a comportarse de manera arriesgada. Nos suena, ¿verdad? De aquí el famoso “yo controlo”.
3. En tercer y último lugar, es necesario repetir que son escasos los estudios que explican las características de los/as adolescentes respecto a los juegos de azar y las apuestas deportivas. Pero lo que sí sabemos es que en la adolescencia en ambos influye la impulsividad afectiva. Es una característica transversal. Coloquialmente, podemos oír hablar de “el subidón” para hacer referencia a una forma de jugar precipitada que busca potenciar sus emociones positivas o negativas.
8. Creencias erróneas entorno a los juegos de azar y las apuestas deportivas
Existen muchas creencias erróneas entorno a este tipo de juegos que dan lugar a falsos mitos, como por ejemplo creer “¡esta vez sí me toca!”, al escoger los números del boleto de lotería que corresponden con una fecha señalada. Nada más lejos de la realidad: esta creencia es el resultado de pensamientos que surgen a partir de lo que llamamos Atajos del Pensamiento. En psicología se nominaliza de distintas formas: sesgos cognitivos, o errores del pensamiento. Todas las personas utilizamos ciertos atajos para valorar la relación que tienen los sucesos. Es la interpretación automática y errónea de la información que influye en la manera de pensar, valorar la realidad y llegar a conclusiones. Es una interpretación rápida, alejada de la reflexión y la argumentación lógica, un ejemplo de ello es el de sesgo de Confirmación: tender a interpretar, buscar y focalizar la atención en aquello con lo que estás de acuerdo, ignorando lo restante.
Si pensamos en cómo influyen los sesgos en este tipo de juegos, podríamos decir que suponen percibir este tipo de juegos, en general, de forma distorsionada. Son claves. Junto a la escasa sensibilización sobre el tema y la aleatoriedad que les define, favorecen considerablemente el Trastorno de Juego de Azar. Principalmente, porque existen pocas opciones de ganar premios por azar, por tanto, es necesario desarrollar ciertos pensamientos irracionales que refuercen jugar, para creer que existen más probabilidades, de las reales, de obtenerlos. Inducen a cualquier persona a tomar decisiones de forma arriesgada, y en concreto a los/as adolescentes, que como ya sabemos, son más vulnerables a la exposición de este tipo de juegos.
Esta información, desde JOLASTU ALA JOKATU · JUEGA O APUESTA consideramos que os puede ayudar con vuestros hijos para razonar y desarrollar el pensamiento crítico conjuntamente sobre la realidad que incumbe a los juegos azar y las apuestas deportivas. Además, en la pestaña de “familia” os dejamos algunos recursos.
En conclusión, las personas que han desarrollado la adicción suelen utilizar más atajos del pensamiento que corresponden a la ilusión de que toque premio, y no tanto a la realidad. Así que, mejor prevenir que curar y conocer cómo se llega a jugar motivados en parte, por los atajos del pensamiento.
- La falacia del/a jugador/a: es una creencia basada en que la suerte puede jugar a tu favor por el simple hecho de que “ya toca”. Como si el azar tomara la dirección que se desea para ganar un premio, pero la realidad es que los eventos son fortuitos. Surge, por ejemplo, durante una partida al lanzar un dado y desear que no vuelva a salir de nuevo el número anterior, pero es igualmente posible.
- Perder por poco: es creer que hay más opciones de ganar la próxima apuesta porque la vez anterior ha estado muy cerca de hacerlo. Por ejemplo, en la lotería cuando un boleto no ha sido premiado a falta de un número.
- La ilusión de control es creer que el resultado de la jugada obedece a las decisiones de la persona que juega o las estrategias que emplee, y no a la suerte o el azar.
- Creer que tener habilidades es una forma de predecir los resultados del juego.
- Mediante el pensamiento mágico las personas llegan a pensar que utilizar fechas señaladas es sinónimo de suerte y que por ello es más probable ganar. Por ejemplo: apostar al 6 porque es el día de un cumpleaños; escoger seis números que corresponden con la fecha de matrimonio, etcétera.
- Estar en racha es un sesgo que después de ganar en varias partidas o apuestas aparece al creer que, por suerte, a la siguiente también.
- La fijación en frecuencias absolutas se define por sólo tener en cuenta las ganancias obtenidas mediante los juegos de azar y las apuestas deportivas, pero no las pérdidas. Es decir, si una persona a lo largo de su vida ha realizado un total de por ejemplo 20 apuestas, sólo tener en cuenta las 4 que han sido premiadas e ignorar las 16 que se han perdido. Este tipo de pensamientos focalizan la atención en las ganancias que ascienden a 40€, por ejemplo, y se invisibilizan las pérdidas, por ejemplo, de 100€. No se tiene en cuenta que el total del dinero invertido en las 20 apuestas ha sido 140€.
Otro ejemplo de fijación en frecuencias absolutas lo podemos encontrar a la hora de realizar apuestas deportivas online. La casa de apuestas refiere que el dinero total que puedes ganar es de 22’50€, mientras que en realidad se tendrían que restar los 10€ gastados. Por el contrario, las personas que se fijan en las frecuencias absolutas no lo tienen en cuenta y celebran una ganancia mayor de lo que corresponde en realidad, 12’50€. Mediante esta fijación se refuerza una la idea que una persona es hábil en este tipo de juegos.
- Las supersticiones o la correlación ilusoria hacen referencia a los pensamientos que asocian que hay más probabilidades de ganar en un juego por el hecho de relacionar un suceso: llevar cierta ropa con un premio.
- La personificación de la máquina es interpretar que la máquina tiene cualidades, intenciones, sentimientos… Como si la máquina tuviera la capacidad de premiar o engañar a la persona que juega. Puede llegar a dirigirse a la máquina para pedir, recriminar… Este tipo de pensamiento es más habitual en personas con problemas relacionados con el Trastorno de Juego de Azar porque indica el grado en el que está emocionalmente implicado/a.
- Sesgo confirmatorio: es buscar motivos que validen el juego. Como, por ejemplo, apostar por el nº 2. Y aunque haya caído la bola en el 4, pensar que está en lo correcto porque es un número par.
9. Influencia de la publicidad
Como nos podemos imaginar, la publicidad induce de por sí a jugar a este tipo de juegos. Desencadena el deseo de jugar porque las promociones generan pensamientos sobre el juego. La publicidad es un mecanismo que permite a una empresa promocionar sus productos, mediante estímulos con los que los futuros/as clientes/as se pueden identificar.
La publicidad sobre los juegos de azar y las apuestas deportivas ha estado, y está, en el punto de mira. Se caracteriza por ser agresiva e invasiva. Se ve(ía) a todas las horas en muchos medios de comunicación, canales informativos, plataformas webs, durante eventos deportivos, etc.
El estudio “Aproximación a la realidad de los juegos de azar en la juventud de Navarra” (2021) muestra la opinión de las familias, los/as jóvenes y los/as profesionales del sector. Todos/as dejan muy claro por qué la regulación legal era, y sigue siendo, necesaria:
A las familias les genera rechazo el bombardeo continuo de anuncios y creen que su promoción se debe restringir igual que el tabaco o el alcohol. Entienden que se incita a jugar a menores mediante bonos de bienvenida y la imagen de los ídolos deportivos y personajes famosos con los que se pueden identificar. Desde Carlos Sobera, Maldini, Coronado, Cristiano Ronaldo o Nadal, hasta Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban. Además de lo anterior, los/as profesionales señalan que la publicidad es una de las causas más graves no reguladas hasta ahora, que ha normalizado jugar.
Entre los/as jóvenes se encuentran opiniones laxas en cuanto a la eliminación de la publicidad. En algunas ocasiones el sistema de valores en el que conviven permite, sin más reflexión, que deportistas ilustres publiciten casas de apuestas o juegos de azar. Si bien no creen que les afecten los incentivos/bonos; en parte están de acuerdo con las familias y profesionales. Además, piensan que la regulación de publicidad afectaría económicamente a los/as protagonistas (como si les hiciera falta el dinero).
¿Qué son los famosos bonos? Es una especie de dinero gratis que se ofrece en la modalidad de juego online. Un aliciente normalmente de condiciones engañosas para atraer jugadores/as o mantenerlos/as. Han sido regulados por el decreto ley (958/2020) que se ha puesto en marcha en agosto de 2021.
- Los bonos de bienvenida son la cantidad de dinero o las tiradas gratuitas, que una operadora de juegos “regala” por empezar a jugar en sus páginas. Como su propio nombre indica, es la manera de dar la bienvenida a los/as nuevos/as usuarios/as de la web.
- Los bonos de recarga se utilizan con clientes/as que han gastado todo su depósito, es decir, el dinero para apostar. La casa ayuda con un bono en forma de dinero, que sólo se hace efectivo si se realiza una próxima inversión. Una triquiñuela que induce a seguir jugando.
- Los bonos de depósito se ofrecen a los/as nuevos/as clientes/as para apostar. Es una pequeña suma de dinero que se devuelve si la pierden (directamente a su cuenta). Vaya, que la primera apuesta corre a cuenta de la casa, para que después ya se queden.
- Los bonos Especiales son los que se ofrecen por Navidad, mes… para mantener invirtiendo a los/as usuarios/as de los casinos.
- Los bonos VIPs (Very Important Person) son para cliente/as leales, el casino online los reconoce por la Inteligencia Artifical (IA), y se les recompensa en forma de puntos que se pueden canjear por apuestas.
La Dirección General de Ordenación de Juegos (DGOJ) también trabaja por un futuro basado en el juego responsable, regulando la publicidad con el fin proteger a menores y personas afectadas por los juegos de azar. Existe un Código de Conducta de operadoras de juego al que muchas empresas se han sumado. De hecho, como particular puedes reclamar que un anuncio no cumple los principios acordados y el jurado de la Publicidad del Autocontrol lo revisa. Pincha aquí para ampliar información sobre las reclamaciones.
También puedes consultar los cambios concretos que ha traído consigo la última regulación de la publicidad: El Decreto de ley 958/2020.
Hasta ahora, podemos decir que la regulación de la publicidad de los juegos de azar y las apuestas deportivas ha sido precaria. Dicho de otra manera, “caiga quien caiga”. Pero esto está empezando a cambiar: “¡Adiós a los/as famosos/as! ¡Hola a la protección de menores!”.
El Decreto 958/2020 del 3 de noviembre de comunicaciones comerciales de las actividades de juego entra en vigor el 30 de agosto de 2021, y viene a decir lo siguiente:
- Las operadoras de juego no podrán publicitarse en las equipaciones deportivas, ni en los nombres de los equipos, estadios y competiciones deportivas.
- La publicidad por internet, redes sociales, webs, email y por correo postal sólo se permite si el/la usuario/a ha dado el consentimiento.
- Las ofertas/bonos de captación de las empresas de los juegos de azar y las apuestas deportivas sólo se mostrarán a las personas registradas. Y se prohíbe su lanzamiento a las que se detecte a través de la tecnología de inteligencia artificial comportamientos compatibles con el Trastorno de Juego de Azar.
- Los anuncios en radio y TV de casas de apuestas y juegos de azar online se delimitan a la madrugada (1h-5h am).
- Se incluye el control parental para controlar la publicidad para bloquear los anuncios. Las operadoras de juego tienen prohibido dirigirse a menores de edad.
- La publicidad del juego no se puede realizar mediante la imagen de personas famosas, ni su simulación.
- La publicidad tampoco puede proyectar que los resultados de este tipo de juegos se basan en la habilidad de las personas que juegan, ni en confundir las implicaciones del juego, entre otras. Ya que favorece que se desvirtúe la naturaleza de este tipo de juegos basados en el azar, sin embargo, este tipo de promociones, provoca sesgos cognitivos que hacen pensar erróneamente que los resultados son predecibles y manipulables.
Este Decreto no incluye ni a la ONCE, ni a las Loterías Nacionales. La publicidad en internet no incluye las redes sociales en las que sí se muestra publicidad a los/as seguidores/as, ni a sitios webs (YouTube por ejemplo) en los que se restringe la publicidad a la madrugada.
Es necesario decir las mujeres se han convertido en un nuevo nicho de mercado para los juegos de azar y las apuestas deportivas. Porque jugar para los hombres, está internalizado. Un ejemplo clave es el Spot de Belén Esteban. Como todos/as sabemos, una figura pública con la que muchas mujeres en España se identifican. Es por eso que la publicidad hace pensar: “si ella, juega, ¿por qué yo no?” “¡Yo también puedo probar suerte!”. Conforme jugar se ha visto como una actividad femenina, cada vez se suman más y más jóvenes.
¿POR QUÉ Y PARA QUÉ JUEGAN?
Cuestionario de autoevaluación
Con este sencillo cuestionario queremos saber si has descubierto cosas nuevas. Muchas gracias por tu colaboración. Nos ayudas a seguir mejorando.
AUTOEVALUACIÓN
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